Por los Puentes Maravillosos pasa el sendero peatonal que va del pueblo de Orejovo al pueblo de Zaburdo.
En el pasado, los puentes fueron una cueva, formada por la acción erosiva de las aguas del río. Con el tiempo, partes de ella se derrumbaron, formando los majestuosos puentes de mármol. El gran puente tiene una anchura de 15 metros en las partes más anchas y llega casi a 100 metros de longitud. Consta de tres arcos, el más grande de los cuales tiene 45 metros de altura y 40 metros de ancho. El puente pequeño está a 200 metros del grande: es intransitable, tiene 60 metros de largo y una altura total de 50 metros (con un arco de 30 metros). A continuación hay un tercer puente, muy pequeño, que representa una cueva subterránea en la que las aguas del río Erkyupria desaparecen, para reaparecer de nuevo a la superficie después de 3 km.
Existe una leyenda que relata la creación de los Puentes Maravillosos. Hace muchos años, en el pueblo Zaburdo había muchos pastores. Un día, por sorpresa, apareció un dragón que comenzó a devorar sus rebaños. Durante muchos años, los pastores sufrieron por los ataques del dragón pero, al final, descubrieron la manera de engañarle. Cargaron a un burro con leña, lo encendieron y lo enviaron contra el dragón.
El dragón ingirió al burro junto con la leña, y poco a poco empezó a quemarse por dentro. El dragón, frenético, trató de escapar desesperadamente y finalmente encontró un pequeño agujero en la tierra. Su cuerpo enorme hizo la abertura y, con el paso de los años, cuando los huesos del dragón se pudrieron, quedaron solo los enormes puentes arcados. Así es como, según la leyenda, surgieron los Puentes Maravillosos.
Los dos grandes puentes son seguros y aptos para fines turísticos. El paso está permitido tanto por encima como por debajo de ellos.
Las cabañas, situadas muy cerca del sitio, ofrecen posibilidad de alojamiento.
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