La danza de las brasas o la danza ritual sobre brasas
es una costumbre antigua en Bulgaria, que tiene elementos cristianos y paganos.
Se cree que tiene sus orígenes en los tracios y más exactamente por su culto al
sol. Sobre las brasas del fuego solo pueden bailar “nestinari”, es decir,
personas dedicadas al misterioso del ritual. En algunos pueblos, los
“nestinaris” han sido una tradición heredada, pero en
otros provienen de la así llamada comunidad “nestinarska”. Los “nestinaris”
pueden ser tanto hombres como mujeres. Aunque la danza de las brasas está
relacionado con prácticas rituales durante todo el año, su punto máximo es el 3
de junio, cuando por el viejo calendario búlgaro se celebra el día de San
Constantino y Santa Elena. Los santos son considerados
los patronos de los “nestinari”. En el día de la fiesta ritual los iconos de
los patronos se decoran de forma especial y con una solemne procesión se llevan
hasta la fuente de donde se rocían con agua bendita. En la noche los
“nestinari” conducidos por el capillero se dirigen a la capilla de San
Constantino dónde junto al incienso y encendiendo velas y rezan ante los
iconos. Mientras tanto en la plaza del pueblo se preparan las brasas. Incluso desde
el almuerzo se ha encendido un gran fuego, que se mantiene hasta la noche,
luego se extiende el carbón a lo largo de la forma circular alrededor del cual
posteriormente se colocarán las personas del pueblo. Cuando oscurece llegan los
“nestinaris” acompañados de un tamborero y un gaitero
presentándose ante el pueblo. Los músicos tocan tres
tipos de melodías. La primera
melodía acompaña la procesión desde la capilla hasta
las brasas. La danza comienza a partir del principal “nestinar”. Embriagado por
el ritmo del tambor, entra de primero en la ronda de fuego y baila haciendo una
cruz. Luego le siguen los otros “nestinaris”. Su danza en las brasas es muy
característica, con pequeños pasos. Durante la danza los músicos tocan la
segunda melodía. La culminación de esta fiesta es así llamada el “Kostadinsko horo”
que es un baile típico al ritmo de la tercera melodía. Este “horo” es muy
diferente de los otros que existen en Bulgaria. Se inicia con el pie izquierdo,
lo cual es muy poco usual para los bailes típicos búlgaros. Todo el pueblo
baila para tener siempre salud. Aunque la costumbre está ligada a una fecha
específica en el verano en los pueblos de “Strandzha” se hacen representaciones
atraen a muchos turistas tanto búlgaros como extranjeros.
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