martes, 21 de enero de 2014
VINO DE FRANBUESA EN EL REFUGIO DE TRASTENAYA-BULGARIA
Entre las aldeas de Lakatnik y Bov,
en los pliegues de la Cordillera de los Balcanes, cercado por
un hayal y dos lagos montañosos, está el refugio de Trastenaya, uno de los lugares más atractivos para descansar en el monte. Forma parte del más largo itinerario turístico señalizado de Bulgaria que comienza de la cumbre de Kom y llega al cabo de Emine, y es parte del itinerario peatonal E 3.
Además de los paisajes inspiradores para los maestros del pincel, rodean el refugio frambuesos que durante el verano tientan con sus frutos aromáticos. Si deciden sentarse frente al refugio para descansar después de un largo recorrido, el mejor premio sería una copa de vino de frambuesa. Incluso los aficionados a la cerveza más empedernidos optan por esta bebida mágica. Después de la primera copa la tensión del día desaparecerá para dar lugar a la risa y el buen humor.
“Es un gran placer hacer vino, cuenta Olia, la nuera de los administradores del refugio. Cuando la gente prueba el vino vemos el brillo en sus ojos. Se trata de un vino insólito de una fruta noble. Cuando me dediqué a su producción me dije que es la mejor profesión del mundo. Para mí esta es la actividad que me trae mayor satisfacción por la manera en que reaccionan los huéspedes al saborear el vino. Nos visitan muchas personas entre profesores universitarios y jóvenes que vienen del otro extremo de Bulgaria. Si se forman tres o cuatro compañías al final de la noche todos nos convertimos en una familia grande”.
En la localidad de Trastenaya, cuyo nombre lleva el refugio ahora, todavía se ven los restos blancos del Monasterio de San Pantaleimon que fue fundado por alumnos de los santos hermanos Cirilo y Metodio en el siglo IX. La leyenda cuenta que los monjes elaboraban vino de frambuesa y eran muchos los feligreses que visitaban el monasterio precisamente por el vino. Su fama se había difundido por toda la localidad y la receta de su elaboración se transmitía solo entre los monjes. Así la receta llegó a un clérigo de la familia de los propietarios del refugio que decidieron renovar la antigua tradición. Al principio, hace unos 10 años, comenzaron a producir pequeñas cantidades para sus necesidades y para servírselo a los huéspedes. Sin embargo, poco a poco la fama de la bebida comenzó a atraer a turistas. Además del excelente sabor el vino tiene propiedades curativas y lo más importante es que es ecológicamente limpio. No provoca dolores de cabeza y por esto aumenta su demanda.
“Las frambuesas son la segunda fruta, después del limón, que tiene más alto contenido de vitamina
C”, explica Boris, el hijo de los administradores del refugio. “La frambuesa puede bajar la fiebre. Las bebidas elaboradas de frambuesa tienen un contenido dos veces inferior de taninos y sulfitos que el vino rojo. El vino de frambuesa se puede tomar en grandes cantidades. Por lo general la gente que llega al refugio está cansada ya que el recorrido hasta allí es duro. A pesar del cansancio, tras tomarse una copa de vino todos comienzan a reírse. Lo más interesante es que en cada oración está presente la palabra vino. Recibimos turistas cada sábado y domingo por lo cual nuestro trabajo comienza cuando la nieve empieca a derretirse. Cuidamos a los frambuesos con gran amor y esmero. Al principio chocamos con todo tipo de problemas pero muchas personas nos ayudaron. Una de ellas fue el tecnólogo jefe del Instituto de Vitivinicultura, Stoyan Guerov. Se lo agradecemos de todo corazón”.
Como gente joven Olia y Boris están llenos de ideas de turismo ecológico y todo tipo de actividades vinculadas con el refugio. Se proponen organizar un festival de la frambuesa que ofrecerá dulces tentaciones preparadas a base de este regalo de la naturaleza. A su juicio, la magia de Trastenaya se debe más que nada a las excelentes condiciones de practicar turismo ecológico. Los dos lagos repletos de peces y los múltiples itinerarios en la región atraen a visitantes de toda Bulgaria.
“Cerca del refugio se encuentra la cumbre de Izdremets, 1495 metros sobre el nivel del mar”, continúa Boris. “Si alguien se anima a escalarla podrá gozar de una de las más bellas vistas en Bulgaria. Desde allí se puede ver el Danubio y Sofía. Es uno de los puntos más altos de la Cordillera de los Balcanes. Recomiendo a todos que escalen la cumbre y si logran hacerlo después de llover podrán ver un paisaje que corta el aliento. Es algo que debe verse, no puedo describirlo con palabras. La zona es muy limpia, hay muchos animales salvajes, ciervas y ciervos, jabalíes y osos. Por esto les invitamos que nos visiten a finales del otoño o en primavera cuando todo comienza a florecer”.
SI QUIEREN VISITAR ESTE LUGAR MARAVILLOSO ..
Publicado por BNR
un hayal y dos lagos montañosos, está el refugio de Trastenaya, uno de los lugares más atractivos para descansar en el monte. Forma parte del más largo itinerario turístico señalizado de Bulgaria que comienza de la cumbre de Kom y llega al cabo de Emine, y es parte del itinerario peatonal E 3.
Además de los paisajes inspiradores para los maestros del pincel, rodean el refugio frambuesos que durante el verano tientan con sus frutos aromáticos. Si deciden sentarse frente al refugio para descansar después de un largo recorrido, el mejor premio sería una copa de vino de frambuesa. Incluso los aficionados a la cerveza más empedernidos optan por esta bebida mágica. Después de la primera copa la tensión del día desaparecerá para dar lugar a la risa y el buen humor.
“Es un gran placer hacer vino, cuenta Olia, la nuera de los administradores del refugio. Cuando la gente prueba el vino vemos el brillo en sus ojos. Se trata de un vino insólito de una fruta noble. Cuando me dediqué a su producción me dije que es la mejor profesión del mundo. Para mí esta es la actividad que me trae mayor satisfacción por la manera en que reaccionan los huéspedes al saborear el vino. Nos visitan muchas personas entre profesores universitarios y jóvenes que vienen del otro extremo de Bulgaria. Si se forman tres o cuatro compañías al final de la noche todos nos convertimos en una familia grande”.
En la localidad de Trastenaya, cuyo nombre lleva el refugio ahora, todavía se ven los restos blancos del Monasterio de San Pantaleimon que fue fundado por alumnos de los santos hermanos Cirilo y Metodio en el siglo IX. La leyenda cuenta que los monjes elaboraban vino de frambuesa y eran muchos los feligreses que visitaban el monasterio precisamente por el vino. Su fama se había difundido por toda la localidad y la receta de su elaboración se transmitía solo entre los monjes. Así la receta llegó a un clérigo de la familia de los propietarios del refugio que decidieron renovar la antigua tradición. Al principio, hace unos 10 años, comenzaron a producir pequeñas cantidades para sus necesidades y para servírselo a los huéspedes. Sin embargo, poco a poco la fama de la bebida comenzó a atraer a turistas. Además del excelente sabor el vino tiene propiedades curativas y lo más importante es que es ecológicamente limpio. No provoca dolores de cabeza y por esto aumenta su demanda.
“Las frambuesas son la segunda fruta, después del limón, que tiene más alto contenido de vitamina
C”, explica Boris, el hijo de los administradores del refugio. “La frambuesa puede bajar la fiebre. Las bebidas elaboradas de frambuesa tienen un contenido dos veces inferior de taninos y sulfitos que el vino rojo. El vino de frambuesa se puede tomar en grandes cantidades. Por lo general la gente que llega al refugio está cansada ya que el recorrido hasta allí es duro. A pesar del cansancio, tras tomarse una copa de vino todos comienzan a reírse. Lo más interesante es que en cada oración está presente la palabra vino. Recibimos turistas cada sábado y domingo por lo cual nuestro trabajo comienza cuando la nieve empieca a derretirse. Cuidamos a los frambuesos con gran amor y esmero. Al principio chocamos con todo tipo de problemas pero muchas personas nos ayudaron. Una de ellas fue el tecnólogo jefe del Instituto de Vitivinicultura, Stoyan Guerov. Se lo agradecemos de todo corazón”.
Como gente joven Olia y Boris están llenos de ideas de turismo ecológico y todo tipo de actividades vinculadas con el refugio. Se proponen organizar un festival de la frambuesa que ofrecerá dulces tentaciones preparadas a base de este regalo de la naturaleza. A su juicio, la magia de Trastenaya se debe más que nada a las excelentes condiciones de practicar turismo ecológico. Los dos lagos repletos de peces y los múltiples itinerarios en la región atraen a visitantes de toda Bulgaria.
“Cerca del refugio se encuentra la cumbre de Izdremets, 1495 metros sobre el nivel del mar”, continúa Boris. “Si alguien se anima a escalarla podrá gozar de una de las más bellas vistas en Bulgaria. Desde allí se puede ver el Danubio y Sofía. Es uno de los puntos más altos de la Cordillera de los Balcanes. Recomiendo a todos que escalen la cumbre y si logran hacerlo después de llover podrán ver un paisaje que corta el aliento. Es algo que debe verse, no puedo describirlo con palabras. La zona es muy limpia, hay muchos animales salvajes, ciervas y ciervos, jabalíes y osos. Por esto les invitamos que nos visiten a finales del otoño o en primavera cuando todo comienza a florecer”.
SI QUIEREN VISITAR ESTE LUGAR MARAVILLOSO ..
Publicado por BNR
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